El aprendizaje no depende solo de la inteligencia o el esfuerzo. Muchas veces, las emociones no expresadas —como la ansiedad, el miedo o la tristeza— bloquean por completo el rendimiento escolar. En este artículo te explicamos cómo el mundo emocional de un niño impacta su forma de aprender, y cómo puedes acompañarlo desde el amor y la comprensión.